De santos y pecadores
A propósito de Semana Santa, parece que con el pasar de los años los valores morales se han convertido en una especie en extinción. La semana en la que antaño se reflexionaba acerca del sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario, se ha convertido en el pretexto ideal para dar rienda suelta a lo que los abuelos llamaban "los pecaminosos deseos de la carne".
Algunos la llaman "Semana Sángana", porque es el tiempo de los excesos: de alcohol, drogas, trasnochadas y cualquier cosa menos aquello que edifique al espíritu.
Las preguntas que surgen en mi mente son: ¿qué pasó?, ¿cuándo perdimos el camino?, ¿acaso aquel sacrificio se ha devaluado?, pero la más importante de todas es ¿por qué tantos han perdido de vista el verdadero sentido de guardar esta semana? Aunque usted no lo crea,en muchos casos es por falta de conocimiento.
Sin duda muchos piensan que esto no es tan relevante pero, independientemente de si se considera santo o pecador, lo que importa es recordar: " Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en Él crea no se pierda mas tenga vida eterna." Juan 3:16.
Dios te ama! No es una frase rebuscada, es realidad. Un último regalo para reflexionar: "Acercaos pues, a Dios y Él se acercará a vosotros." Santiago 4:8. Dios no pide perfección sino un corazón arrepentido que reconoce cuánto le necesita!
